dimarts, 25 de gener del 2011

Es hora de movilizar por la paz y la legalización superando el frentismo.


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Es hora de movilizar por la paz y la legalización superando el frentismo. 
Entrevista
Jesús Uzkudun 



"Es necesario ayudar a consolidar el proceso de paz, lograr normalizar la presencia electoral de la izquierda abertzale en las elecciones municipales y forales, pues no está garantizada. Sin duda, su presencia alterará el mapa político institucional"

Jesús Uzkudun Illarramendi es un histórico sindicalista vasco que inicia su actividad clandestina en el Frente Obrero de ETA y las CCOO de Euskadi a finales de los 60, evolucionando posteriormente hacia el marxismo revolucionario. Mecánico en la siderurgia del acero, tras el cierre de la planta de Hernani, en 1996 asume la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO Euskadi, desde donde destaca por su lucha junto a las víctimas del amianto, la silicosis, los cánceres profesionales o las sorderas producidas por el ruido. Su participación personal en plataformas de apoyo a imputados por el cierre de Egunkaria, los acusados del 18/98, Udalbiltza y en defensa de los derechos humanos y políticos para todas las personas, la normalización del euskara en los centros de trabajo, el derecho a decidir y la paz en Euskal Herria, le han convertido en un referente de la izquierda sindical vasca. La entrevista la realizó G. Buster para Sin Permiso.


Llevas tiempo trabajando por crear vías para alentar el proceso de paz en Euskadi ¿Cuál es la orientación de tu sindicato en este terreno?
CCOO de Euskadi es el segundo sindicato vasco, con un 20,36% de representación en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y un progresivo crecimiento. Con ocasión del 29J, CCOO de Euskadi -a diferencia de la Unión de Navarra-, decidimos convocar autónomamente la Huelga General, coincidiendo con la llamada "mayoría sindical vasca" que agrupa a los sindicatos nacionalistas como ELA, LAB, STEE, EHNE e HIRU. Ello posibilitó una respuesta mayor en las empresas o la calle. Este impulso unitario no fue correspondido posteriormente el 29S (con la excepcion de ESK, lo que le costó su exclusión del frente sindical nacionalista). En el plano político, los estatutos sindicales de CCOO, mantienen el derecho de autodeterminación (aunque no los utilice de bandera política). CCOO de Euskadi ha tenido como principal eje estratégico recomponer la unidad de la clase trabajadora en la CAV, criticando las políticas de división "frentistas" que han ido conformando como una seña de identidad los sindicatos nacionalistas. De la misma manera que tampoco pudo olvidar ni ha admitido los fracasados intentos de JM Fidalgo y los suyos desde la dirección confederal de CCOO en Madrid años atrás para convertir al sindicato en instrumento de choque de ¡Basta ya!

Mi participación en diferentes plataformas de apoyo a los imputados por el cierre de Egunkaria, 18/98, Udalbiltza o ADIERAZI EH ha sido resultado de ciertos equilibrios entre mi participación personal, apoyado por otros cuadros sindicales, con la aparición de la sigla sindical de CCOO de Euskadi, al ser uno de los miembros más conocidos por mi actividad de dirigente sindical (poco cuestionado, por cierto, por el resto de las organizaciones), con el ánimo de sensibilizar y sumar a la movilización al máximo de sectores obreros. La actividad de estas plataformas plurales de personalidades, intelectuales o dirigentes sociales de diferente sensibilidad política o nacional, ha resultado muy positivas para remover las conciencias y promover la movilización social, aunque expresa sus límites también por el enfrentamiento e incomunicación sindical existente.

En el proceso de paz, previamente a las reuniones de Loyola, exploramos la posibilidad de un acuerdo sindical en torno al derecho a decidir. Pero perdimos lamentablemente esta oportunidad de consolidar el proceso de paz, con contenido social, por la incomprensión sobre los ámbitos navarros de decisión o el escaso interés de ELA por la transversalidad de los acuerdos. De todas formas, resulta injustificable, más allá de la supeditación de LAB a las exigencias de ELA, la incomunicación absoluta que mantiene LAB con la dirección de CCOO de Euskadi, mientras está se reúne y escucha a portavoces de ADIERAZI EH o de la Izquierda Abertzale ilegalizada y se ha pronunciado públicamente contra la ley de Partidos o contra la detención del dirigente de LAB Rafa Diez.

Este frentismo sindical está resultando nefasto y no solo para las luchas sindicales. Como reconocía la propia "mayoría sindical vasca"' en un comunicado sobre las movilizaciones contra la siniestralidad laboral: "las dos concentraciones ante las muertes en el trabajo habían posibilitado que las responsabilidades de la patronal en las muertes quedara oculta, ante el escándalo de la división sindical". Igualmente, resulta perjudicial para impulsar planes de normalización lingüística del euskara en las empresas o para incorporar nuevos sectores sociales, y especialmente a los trabajadores, a la lucha por el derecho a decidir. Hace años, un dirigente sindical nacionalista afirmaba que "la mayoría de los trabajadores vascos apoyarán la independencia, cuando logremos mayores conquistas y vivan mejor en Euskal Herria". Evidente, pero incluso para ello es necesario la movilización lo mas unitaria y masiva posible y el frentismo lo obstaculiza.

¿Cuál es el escenario en el que se produce la evolución política de la izquierda abertzale y finalmente el comunicado de ETA?
El atentado a la T4 hizo fracasar las expectativas de paz creadas en el proceso anterior, derivando en una gran frustración y desconfianza de la sociedad vasca en una solución dialogada. Este sentimiento afectó a un sector importante de la izquierda abertzale ilegalizada. En este contexto, se produjo la reacción de una amplia red de cuadros y militantes abertzales con muchos años de experiencia, que estaban de retirada, encabezados por Arnaldo Otegi y Rafa Diez, Tasio Erkizia... Tomando las riendas del movimiento abertzale, desde la clandestinidad y tras un duro debate, dan un vuelco a la estrategia de confrontación armada, que amenaza con una grave derrota militar, optando unilateralmente por las vías políticas y democráticas.

Las declaraciones de Arnaldo Otegi, ante el tribunal que le juzgaba, acusado de realizar apología del terrorismo en el acto de Anoeta, 6 años antes: "Apostamos por vías pacificas y democráticas, rechazamos la violencia para la imposición de proyectos políticos", nos hacía recordar, los gritos que desde el exterior de las cárceles amenazaban años atrás "Damutuak hormara" o "Arrepentidos al paredón" o las amenazas y ataques a los miembros de Aralar o los insultos que personalmente tuve que soportar en un acto fúnebre "traidor, españolista, fuera de aquí" no posibilitaban presagiar que un cambio de estrategia tan profundo, se realizase sin rupturas. Hoy es evidente, que las posiciones políticas mayoritarias en la Izquierda Abertzale, son las recogidas en ZUTIK EUSKAL HERRIA (En pie el pueblo vasco), como hemos visto con la declaración navideña del colectivo de presos (EPPK) acordando incidir en el camino abierto por la iniciativa de la izquierda abertzale y la impresionante marea de manifestantes en apoyo al acercamiento a los presos el sábado día 8 en Bilbao lo confirma.

Que existan resistencias en sectores del movimiento anti-represivo y juvenil (SEGI) a los que la policía persigue con dureza, es lógico, pero no parece que cuenten, al menos en la actualidad, con proyecto político alternativo a la representada por Arnaldo, Rafa Diez y Rufi Echeverria. Por otro lado, teniendo en cuenta la cultura militarista dominante en los jóvenes disidentes en la izquierda abertzale, radicalmente anticapitalistas, convierte en improbable su evolución hacia otras corrientes anticapitalistas.

Como decía Eugenio Echebeste, un histórico dirigente de la izquierda abertzale e interlocutor de ETA, en una charla en Hernani: "Este giro político no tiene nada que ver con el arrepentimiento, ni de retroceder a las tesis de Euskadiko Ezkerra, supone un cambio de estrategia, de la político militar o insurreccional que ya dio sus resultados, a una estrategia de confrontación política, ámbito donde más débiles son los Estados, tenemos que consolidar los avances o fuerzas logradas para continuar acumulando fuerzas por vías políticas y tras crear un gran partido de masas, luchar por la hegemonía para lograr el Estado Vasco con el protagonismo de pueblo trabajador vasco". Estrategia que obliga a corregir importantes errores cometidos, tal vez, el giro sea la única salida al callejón en que se encuentran inmersos, y que requiere crear un partido de masas, con nuevas señas de identidad y  cambios de actitud, superando el método de la amenaza y la violencia terrorista, para convencer con las ideas, la honestidad y las propuestas alternativas a la mayoría social es el reto de la nueva orientación política.

Todos los datos indican, el éxito del giro estratégico mayoritario hacia las vías políticas pacificas. No parecía nada fácil, teniendo en cuenta la actitud del gobierno, los jueces, las fuerzas represivas, el PNV y de otras fuerzas parlamentarias, y ese dato, es clave en la coyuntura, más allá de la actitud de ETA, cuya supuesta actividad armada quedaría absolutamente aislada y rechazada, salvo que la intransigencia del PP, el PSOE y los aparatos del Estado, bloquearan la participación electoral de la izquierda abertzale y se produjera una involución.

La presentación en próximos días, de la solicitud de legalización del nuevo partido, que al parecer, aceptará las condiciones impuestas por la antidemocrática Ley de Partidos, pondrá a prueba el carácter democrático del estado y los mezquinos intereses de algunas fuerzas, para repartirse el pastel electoral, mediante la exclusión política de un sector de la sociedad vasco-navarra, a cuyo logro no ayuda, algunos mensajes del último comunicado de ETA y para lograr la legalización, hará falta de algo más que el apoyo de los mediadores internacionales. Estoy convencido, que es hora, de lograr una movilización ciudadana por una Plataforma más amplia que el Acuerdo de Gernika, superando la participación realizada el pasado sábado día 8 en Bilbao, a favor del acercamiento de los presos y la excarcelación de los enfermos o hayan cumplido tres cuartas partes de su condena. El objetivo ha de ser aprovechar la coyuntura para trabajar la paz y la legalización, sumando a sectores del PSOE, que apoyan a Jesús Eguiguren, del PNV, Ezker Batua, CCOO… consolidando la apuesta por las vías políticas realizada por la izquierda abertzale y cerrar la puerta a posibles involuciones futuras. La próxima reconversión con numerosa destrucción de empleo en el sector de seguridad privada y guardaespaldas, es inevitable.

En este sentido, ¿cuáles son las aportaciones y las limitaciones del comunicado de ETA?
ETA cumple con las exigencias de las fuerzas firmantes del Acuerdo de Gernika o del Grupo Internacional de Bruselas, entre los que se encuentra el abogado Brian Currin. Es por ello positivo. Es impensable, que la organización armada se disuelva como un azucarillo, sin resolver el problema de su amplio colectivo preso. Pero el comunicado expresa el empeño de continuar tutelando el proceso, sobre todo cuando afirma que no cejará en su esfuerzo de lucha y llevar a término el proceso democrático. Estas afirmaciones estorban. Pero en última instancia, lo importante es la firme decisión mayoritaria de las asambleas de la izquierda abertzale, de defender sus proyectos por vías exclusivamente políticas y democráticas.

Desde tu punto de vista de viejo militante de la izquierda vasca y sindicalista, ¿Cuáles creen que son los retos políticos a los que se enfrenta la izquierda en EH?
En primer lugar, es necesario ayudar a consolidar el proceso de paz, lograr normalizar la presencia electoral de la izquierda abertzale en las elecciones municipales y forales, pues no está garantizada. Sin duda, su presencia alterará el mapa político institucional, especialmente, cuando se confirma la alianza de la Izquierda Abertzale, EA y Alternatiba, dejando fuera a Aralar.

En este contexto, la actitud del EPK (partico comunista vasco) y los "Aranistas" al interior de Ezker Batua, nos ha llevado a estar desaparecidos como organización, aunque haremos el esfuerzo para lograr el máximo de concejales y Junteros y tratar de superar la crisis en la asamblea de junio, aunque con la incomprensión de los cambios por el EPK y el aislamiento que promueve, no da para optimismos, tampoco parece que la opción de construir un gran partido verde, vaya a tener muchos seguidores en Euskadi.

Un escenario que favorezca la resolución del conflicto nacional, deberá resolver el problema de los presos, acabar con la dispersión y la excarcelación de los presos enfermos o que hayan cumplido tres cuartas partes de la condena. Es una tarea que no puede quedar reducida a la izquierda abertzale. Igualmente, tenemos la oportunidad de paralizar macroproyectos, como el Superpuerto de Pasaia, la incineradora de Zubieta y extender las experiencias alternativas de Usurbil, Hernani, Oiartzun a otros muchos municipios en la perspectiva de 0 residuos.

En los próximos años, probablemente se darán posibilidades de construir una gran fuerza de la izquierda vasca, de la confluencia de independentistas, federalistas y soberanistas en base a la defensa del derecho a decidir y los valores solidarios de la izquierda, contra los ataques del capital. Puede ser la oportunidad, de arrebatar el liderazgo al PNV, resolviendo democráticamente el conflicto nacional.

La izquierda vasquista debe permanecer alerta ante posibles confluencias, sin miedos a una claudicación ante el nacionalismo, es la oportunidad de responder en el ámbito social, ambiental y nacional, al neoliberalismo representado por la alianza de PSE-PSOE, el PP y el PNV. Superar el frentismo sindical es condición para avanzar. En otro aspecto, la imparable bola de nieve de los enfermos del amianto, la silicosis y otros cánceres laborales, llevará a situar en la agenda política y sindical, la necesaria compensación a las víctimas y cambiar las formas de trabajar y producir, incorporando el principio de precaución, para avanzar hacia la humanización del trabajo y el desarrollo más sostenible.

Estas tareas, requiere iniciar un debate, en torno a una revista, para el necesario reagrupamiento de los colectivos que nos reivindicamos del marxismo revolucionario e internacionalista, superando viejas rencillas personales.

Jesús Uzkudun es un veterano sindicalista de CCOO